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Lo Nuestro con Cándido Hernández Pío

 

  •  Horario: La cata se realizó de 20.00 a 23.00 horas.

 

  • Precio: Esta experiencia es gratuita.

 

  • Duración: 3 horas

 

  • Contacto CHP: +34 922 513 288

 

  • Ubicación: Carretera La Hidalga, Fray Anselmo Núñez, 5. Arafo.

 

Lo Nuestro se encuentra en la Calle Capitán Brotons, 2. En La Laguna zona de la Catedral en obras. 

Información básica

Conociendo Nuestros Vinos se dirigió hasta la parte más histórica de La Laguna para asistir a la presentación de cuatro vinos de las Bodegas de Cándido Hernández Pio. La cata se celebró en la tienda especializada de “Lo Nuestro: Quesos y Vinos Canarios”. Un lugar íntimo y bien surtido, donde uno puede degustar una gran variedad de vinos de toda Canarias.

 

Allí estaban, bien acompañados por cuatro de sus vinos, Oscar y Fermín.

La unión de la juventud y de la veteranía. Fermín, enólogo de bodegas de CHP,

lleva más de veinticinco años elaborando caldos; y Oscar, hijo  de Cándido, representa

la renovación generacional en el arte de hacer vinos. Lo que algunos llaman la

viticultura.

 

En el intermedio de la degustación de uno de los vinos,  Oscar comentó que ellos solo

tratan de hacer vinos correctos y esa humildad hace doblemente grande a la bodega.

Aaunque esa modestia no se corresponda con la realidad, pues sus vinos no hacen sino

dos cosas: recibir premios y enamorar a quien los degusta. Uno de los vinos servidos,

un tinto de Viña Riquelas (la finca Riquelas  está en la medianía de la Matanza y

el Sauzal) obtuvo recientemente el prestigioso premio Gran Baco de Oro, quizá el

galardón más renombrado que puede recibir un vino en el territorio nacional. 

 

El primero que pudimos saborear fue un Blanco de Viña Riquelas, el Gual, que lleva el nombre del varietal de uva que forma la base de este vino. Cuando se presentó era patente la complicidad entre el enólogo y el bodeguero. Es un vino con mucha personalidad, complejo y con el que hay que bregar mucho en su realización. Elaborar este vino es difícil, definirlo no es sencillo. Tiene una corta estancia en barrica, en torno al mes y hasta el último momento, pese a la pericia de estos viticultores, nadie se sabe que pasará. Cuando se descorcha la cosecha del 2013 uno  descubre el resultado: excelente.

 

Fermín es un hombre que alberga mucha sabiduría en torno a la cultura del vino, la calidad de las vides, de la viña (algunas antiquísimas). Alguien que hace bastante por el vino, pero que, conforme explica muy llanamente qué vino han querido elaborar, se comprende que hay que saber mucho y amar mucho para obtener algo así. Oscar está muy orgulloso.

 

Se transmitió la idea de tomar el vino con calma. Si usted tiene prisa no beba vino, no descorche, no haga como aquel hombre que entró al bar y pidió un chato de vino y lo trasegó en un momento, y cuando el dueño le preguntó: “¿Qué tal estaba el vino?”   Dijo: “¿ah, pero había que probarlo?” Estos vinos permiten tener una conversación, aunque sea mental, una reflexión. El producto se expresa, se desenvuelve y quiere ofrecerse. Por ello hay que beberlo con atención, implicando sus sentidos. CHP hace caldos que permiten estas conversaciones íntimas, usted puede “hablar con el vino”, placer que no tiene nada que envidiar a “hablar con amigos en torno a unas copas de vino”. Ambas opciones están a su alcance con esta Bodega.

 

A continuación se sirvió el Negramoll Viña Riquelas, tinto, que acaba de recibir un gran reconocimiento en los premios Baco. Su base es Negramoll, aunque tiene también una porción de Listán Negro, las varietales por antonomasia en la D.O de Tacoronte-Acentejo.  Este vino es inefable. Uno se queda en blanco (y eso que el vino es tinto) cuando trata de describirlo. Su color, su aroma, su sabor. Hay quien dice que es uno vino perfecto para llevar hacia los tintos a aquellos que solo degustan blancos afrutados. En boca deja esa agradable sensación que hace querer otra copa. Tenga cuidado que la botella se bebe sola. La gente suele decir de vinos así que tienen “seguidilla”.

 

Estaba el listón (por el Listán) muy alto. Todos miraban a Óscar con notable interés, ¿qué ofrecerá ahora? Balcón Canario. Un vino que tiene una participación de Ruby Cabernet, aunque su cimiento esté hecho de Negramoll y Listán negro. De este vino se comenta que es armónico en sus tres fases: visual, nariz y boca. Da lo que promete. Gustos más afrutados, regaliz, y una visita a la barrica de dos meses. La amplia concurrencia estuvo dividida: el Riquelas es muy bueno, pero el Balcón Canario no se queda atrás.

 

Para cerrar la noche se ofreció un semidulce o blanco afrutado, tan en liza hoy día, muy demandados. Listán Blanco y Moscatel.  Nos permitimos confesar un secreto: el enólogo, un hombre tradicional (es lo que tienen la sabiduría y la experiencia que han visto de todo y saben lo que permanece y lo que no) no tiene en su altar a estos vinos blancos afrutados. Pero Óscar, que también sabe mucho de vinos y que tiene el corazón atrevido, ha querido elaborar un

blanco afrutado. Fermín ha dicho: “Yo haré lo que me diga el jefe, pero lo haré a mi

manera”. En este vino y en los demás se funde lo viejo y lo nuevo, la precaución y la

osadía,

los vientos antiguos y las nuevas corrientes y, sobre todo, pasión, gusto y amor por el

legado de Cándido. No se hacen buenos vinos al azar, detrás hay mucho trabajo,

conocimiento y amor.

 

No podemos finalizar esta crónica sin mencionar al equipo de “Lo Nuestro”:

Carlos y Elizabeth. Han levantado un lugar cuyo motor es la pasión por lo canario,  y

no debe asombrarnos: nuestro patrimonio gastronómico es impresionante, ¿por qué no

impresiona tanto al canario? Han llevado a cabo una labor de difusión y una apuesta por los

vinos y otras artes culinarias de toda Canarias. Si usted ha visitado unos cuantos locales y tiene

cierto gusto por nuestros vinos podrá valorar esto: en Lo Nuestro sirven cualquier vino canario por copas. 

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