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Nacimientos en Brumas De Ayosa

Información básica

  •  Horario: de 9:00h a 14:00h de lunes a viernes y sábados de 9:00h a 13:00h. Se recomienda reservar previamente.

 

  • Precio: 7€ (visita guiada con personal experto y degustación de 3 vinos).

 

  • Duración: 2 horas y media

 

  • Contacto Brumas De Ayosa: +34 922 513 055

 

  • Ubicación: Carretera Subida Los Loros Km 4,5. Arafo. 

 

 

Los sitios como éste tienen el conflicto de haber creado ya un nombre. Cuentan con muchísimo reconocimiento, no hay riesgo posible. Nadie cree que se equivocaría pidiendo Brumas De Ayosa. Pero encasillar una marca es un arma de doble filo y es que dejamos de buscar, de investigar sobre la esencia de las cosas. Sin desprestigiar a las demás, esta es de las experiencias que más boquiabiertos nos ha dejado. 

Patricia nos recibió en la entrada y nos dirigió en un agradable paseo hacia el paisaje de Güimar. La historia de sus vinos es la historia de familias enteras, que trabajan sus tierras para entregar sus uvas a la cooperativa. Es el esfuerzo de todo un año mimando las vides y, llegado el momento, toda la familia se reúne en un fin de semana para la vendimia. Son tiempos de mucho movimiento en la cooperativa, pero es entonces, durante las vendimias, que se comprende el valor de lo que uno termina consumiendo en la copa.  

Moisés, enólogo de Brumas, aparece con varias copas “de champagne”. Comienza la aventura. Por supuesto, hicimos la acostumbrada visita guiada a la bodega, pero Moisés se centró en transmitirnos algo: el nacimiento de los espumosos de Brumas. El brillo de sus ojos y sus manos incapaces de permanecer en calma, revelan su pasión por el enigmático caldo amarillento. Cada botella es una historia, cada caja de uvas el esfuerzo de una familia con nombres y apellidos, con ilusiones. Es fácil escribirlo y asentir convencido, pero ver al anciano agricultor de mano de su nieto, enseñándole su botella de vino, porque es suya; tiene un valor sentimental. Es la botella que nosotros tomamos o dejamos de tomar en el restaurante…

Pero, volviendo a Moisés, cada cava o blanco espumoso es como un bebé. Se trata de un vino blanco de baja graduación alcohólica que se vuelve a fermentar en botella con levadura y azúcar. Nueve meses reposa el caldo, a botella tumbada, fermentando y se cierra con una chapa similar a la de los refrescos antiguos. Después de este tiempo, se separan las madres del vino. Las madres son la levadura y el azúcar que se han ido acumulando en el cuello de la botella. Tradicionalmente se batía el vino durante varios días hasta mezclar las dos partes, pero en la actualidad se procede al degüelle

Nosotros tuvimos la maravillosa oportunidad de degollar un Brut Nature de 2007 y degustarlo al instante. Qué maravilla. Un punto de perfección inimaginable. Fresquísimo, equilibrado, herbáceo, seco al final y con unas burbujas agradables, no chispeantes.

Dejamos a Moisés y subimos a la sala de catas con Patricia, que nos dio a probar seis vinos. Comenzamos con un blanco seco. Herbáceo, fresco, con aroma a pinar y a hinojos y algo amargo al final. Seguimos con un inigualable blanco fermentado en barrica de 2008. Compañero de los Viña Tondonia y los viejos franceses. Complicado, pero delicioso. Se recibe sin sabor, como agua fresca y, cuando menos te lo esperas, genera una explosión de sabor. Es volcánico y recuerda a tabaco, sedimento, madera, monte; pero con el aire y el frescor de un buen vino blanco. Le siguió un rosado color cereza joven. Aroma a golosinas, chupetes, regaliz dulce. Un vino muy completo y redondo de colores pardos que deja cierto secor en el paladar e invita a seguir tomándolo. Para nuestra sorpresa, un tinto joven de 2012, Merlot. Busca regaliz, aroma a aceitunas negras, café, seco al final. Muy interesante. Seguimos con la malvasía aromática, que maridamos con chocolate negro 80%. Este es uno de esos matrimonios para toda la vida. Seco, hierba, húmedo, ligero, consistente, muy fresco, dulce. Y terminamos brindando con el espumoso afrutado o semiseco. Un vino muy mineral que no se presenta dulzón en absoluto. Muy refinado y recto, fresco. 

Cuando salimos de Brumas De Ayosa decidimos visitar a Carmen Gloria, en Bodegas Ferrera, todo un acierto. De esas mujeres sabias del campo. Cuando llegamos sacó un taburete para ella y otro para mí, como queriendo decir: “no hay prisa, vamos a hablar un rato”. Y así fue. Pero esto son historias para otro día. Nosotros nos quedamos con un cartel de la bodega que resumo: "si quieres ser feliz una hora: emborráchate, si quieres ser feliz un año: cásate; si quieres ser feliz toda la vida: sé agricultor." 

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