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Vinos con nombre de valle. El Lomo.

Información básica

  •  Horario: La cata se realizó de 19:00 a 21:00 horas

 

  • Precio: 8€

 

  • Duración: 2 horas

 

  • Contacto Bodega El Lomo: +34 922 545 254

 

  • Ubicación: Carretera El Lomo nº18, Tegueste

 

     Bruno nos recibe a la entrada de una cafetería en Valle de Guerra: el Café Brasil. Su amor e ilusión por el vino le llevó a abrir el café. Un lugar de encuentro, celebración, íntimo y que invita al convite y la charla amistosa. En esta ocasión nos reúne la presentación de vinos de El Lomo, una bodega con nombre de valle. 

     Don Félix Rodríguez, bien aconsejado por Don Arsenio, decide en su día construir El Lomo; una bodega en la que embotellar sus vinos. Hace no tanto tiempo, las bodegas de la isla vendían su vino a granel; pero comenzaron a respirarse nuevos aires y las bodegas más innovadoras empezaron a embotellar sus vinos. Así, El Lomo se unió a esta tendencia buscando, en el fondo, mejorar la imagen de los vinos de la isla y dotarlos del valor que poseen.  

     En esta ocasión contamos con el privilegio de que sea Don Arsenio el que dirija la cata de seis de los vinos de la bodega: blanco afrutado, blanco seco, rosado, maceración carbónica, tinto y tinto barrica. Acompañado por la enóloga Loly Barreto, dirigió la cata de forma llana y buscando siempre el disfrute de los vinos que probamos. 

     En primer lugar catamos el blanco afrutado o semiseco. Con unos 15 gramos de azúcar por litros aproximadamente, es un vino que pasea tranquilo por toda la boca. Pálido, brillante, cristalino, fresquísimo, suave y amplio. Perfecto para pastas, pollo, verduras o arroces. A continuación, el blanco seco. Ya notamos una intensidad mayor a pesar de que la cantidad de azúcar de este vino es casi la mitad. Manzana verde, ácido, más alcohólico, seco al final y amargo. Seguimos con un rosado, un vino complejo en su elaboración. Se presenta jovial y con olor a golosina, como un tinto muy suave y airoso. En boca aparece un delicioso sabor a plátano, equilibrado y persistente aunque con cierto amargor al final. 

 

     Y al fin llegó el maceración carbónica que tanta curiosidad nos genera. Normalmente son vinos muy aromáticos, pero que tienden a perder fuerza en boca. En nariz no nos defraudó. Plátano, golosinas, lácteos, frutos rojos. En boca, aunque es ligero tiene cierta contundencia y reaparecen los olores iniciales. Seguimos con un tinto de colores pardos y olores mentolados, balsámicos. Delicioso y fresco para las noches de verano, con chocolate o fruta confitada. 

Concluimos la cata con un espectacular tinto de barrica. La madera resalta bastante las virtudes de este vino. Ha permanecido de cuatro a cinco meses en barrica y esto aporta un aroma y sabor únicos. El mejor vino de la bodega. Para acompañar, el Café Brasil nos deleita con unos sabrosos montaditos de queso, atún y una fabada espectacular. En seguida nos animamos a conversar unos con otros y el ambiente se volvió agradable, cálido y acogedor. Bodegas Lomo. Vinos frescos que calientan el alma e invitan a la reunión ¿Repetimos?

Descubre el álbum completo de la experiencia aquí:

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