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Nuestros vinos bajo las estrellas (Teleférico del Teide)

 

Información básica

  •  Horario: La experiencia comienza a las 20.00 horas

 

  • Precio: 71€ (tarifa especial para residentes 51€)

 

  • Duración: 3 horas

 

  • Contacto Teleférico: +34 902 678 676

 

  • Ubicación: Las oficinas de Teleférico están en Calle San Francisco, 5. 4ª Planta.

     El Teleférico del Teide, bajo el nombre de Volcano Life Experience ofrece una diversidad de oportunidades para disfrutar del territorio mágico del Parque Nacional del Teide. En esta ocasión, Conociendo Nuestros Vinos pudo deleitarse con una de estas experiencias, “Teide: atardecer, gastronomía y estrellas”.

 

     Todo empieza en la estación del teleférico. Un nutrido grupo  de personas de múltiples nacionalidades, con gran presencia de residentes canarios, van reuniéndose en torno a las ocho de la tarde. Mientras dan una vuelta por la tienda del teleférico, provista de un extenso catálogo de productos de la isla, o aprovechan para fotografiar el valle y los Tajinastes en flor;  se preparan los grupos para ascender a la estación superior del teleférico, situada en la base del cono, a más de tres mil quinientos metros de altura.  

 

     El ascenso toma ocho minutos. El tiempo se mostró apacible y la subida estuvo marcada por las impresionantes vistas que pueden apreciarse desde arriba. Con total nitidez pueden atisbarse la Gomera, la cual se contempla en toda su extensión; el Hierro, la Palma y las Palmas de Gran Canaria, lo cual agradó a unos cuantos visitantes de esta última isla.

 

     Esperar a que el cielo cambie mientras atardece sobrecoge el sentido. Cambian los colores y las intensidades. En el crepúsculo el Teide arroja su sombra sobre el mar, una sombra imponente y bien marcada sobre el océano. Una vez arriba hay un paseo hacia el oeste, hacia el mirador de Pico Viejo, donde continúan las vívidas estampas y el paisaje irrepetible. Es un lugar donde casi se hace imprescindible tener una cámara de fotos, aunque no tanto como estar bien dispuesto para disfrutar de la magnificencia del horizonte. Es importante llevar abrigo y no sobran unos guantes, aunque si usted se olvida de ellos puede calentar sus manos en una de las fumarolas. Recuerde que el Teide está vivo, aunque duerme. Además, antes de bajar se ofrece una copa de Champán que alcanza su temperatura de servicio ideal con el clima de alta montaña.

 

     Los participantes de la experiencia se muestran extasiados cuando descienden a la estación inferior. Para los que no cuentan en sus países con un volcán y un entorno como éste, recuérdese que el cielo en este lugar es uno de los más señalados a nivel mundial para la observación astronómica. Esta experiencia les marca y en sus rostros se lee fácilmente el asombro. Sonrientes, intercambian percepciones sobre lo contemplado y comentan que hace buen tiempo. Y es que la diferencia térmica entre una estación y otra es de unos diez grados.

 

     Tras el ocaso tiene lugar una cena coctel. Variadas mesas dispuestas a modo de recepción y un equipo muy profesional de camareros aguardan a los participantes. La comida que se ofrece es la típica de Canarias, pero revisitada y elaborada con esmero y modernidad. Se respeta la cultura gastronómica del archipiélago y en todo momento se le ofrecen al visitante, con fidelidad, las viandas isleñas. Hay una interesante labor de restauración y refinamiento en la confección de los platos. Bocados exquisitos ideados sobre las recetas ancestrales, autóctonas.

 

     Para que se haga una idea: crema de maíz con mojo cilantro (servida a modo de “chupito”), papas arrugadas con las variedades de mojo rojo y verde, escacho de papa con costilla, diversos montaditos y entremeses, quesos tiernos, garbanzas servidas en cuencos para degustar; y, en cuanto a los postres: guayaba con requesón, buñuelos de plátano y pudin de calabaza, entre otros. Todos los platos tienen el sabor de las cosas bien hechas y es de encomiar el notable esfuerzo por representar la cultura gastronómica canaria y ofrecer una introducción muy bien seleccionada del arte culinario de las islas. En la misma línea de congruencia, el vino ofrecido es de la denominación de origen del Valle de la Orotava, en concreto de Bodegas Miranda. Se dieron a probar un tinto y un blanco seco, ambos de exquisito gusto y colores llamativos que maridaron gratamente con los platos.

 

      De la misma forma que muchos de los participantes no cuentan en sus países natales con parajes como el del Teide, tampoco poseen una gastronomía como la canaria, con sus señas de identidad propia, en el sentido de su especialidad, de su particularidad y personalidad única. Aunque tampoco el visitante local escatimó elogios para la cena. Satisfechos y maravillados nos encaminamos hasta el epílogo de la experiencia. Atardecer, gastronomía y por último, cuando ya la noche se ha adueñado del Teide, estrellas.

Los encargados de revelarnos e interpretarnos el cielo fueron un grupo de guías starlight, especialistas muy bien formados en nuestro planisferio celeste y apasionados de las estrellas. Antes de proceder a la observación en sus potentes telescopios, los guías nos ofrecieron una amena e interesante aproximación a las constelaciones. Cuentan con varios láseres con los que dibujan en el cielo y hacen más fácil el descubrimiento de las asociaciones de estrellas que los griegos, entre otros, imaginaron. En esta época del año son visibles unas constelaciones que no lo son en otras, y al hallarnos en tan buena posición el espectáculo astronómico está garantizado. Planetas, estrellas lejanas, mitología y leyendas.

 

     Volcano life experience es una experiencia mágica y que aúna demostraciones que revelan la grandeza de estas tierras. El crepúsculo en la alta montaña y la visión de buena parte del archipiélago, la selecta gastronomía autóctona y la contemplación de las estrellas. Volcano life experience, déjese impactar.  

 

Descubre el álbum completo de la experiencia aquí:

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